
Lo de Kimi Antonelli en el GP de Canadá fue de película. Con apenas 18 años, el piloto italiano de Mercedes se subió por primera vez al podio de la Fórmula 1, quedando tercero detrás de Russell y Verstappen. Pero lo que más me voló la cabeza no fue su maniobra sobre Piastri ni su temple bajo presión… fue lo que hizo después.
Mientras otros pilotos se quedaban en Nueva York para la alfombra roja del estreno de la película de Brad Pitt, Kimi se subió a un avión con su papá, regresó a Italia y se fue directo a estudiar. ¿Por qué? Porque tenía examen de “Maturità” —el examen final de la escuela secundaria italiana— y no podía fallar.

Su mamá había sido clara:
«Puedes correr en F1, pero no vas a dejar la escuela.»
🧠 ¿Podio o examen?
Cuando le preguntaron si prefería un 100 en el examen o volver al podio en Austria, respondió: “Ambas cosas.” Así de sencillo. Así de Kimi.
Historias así hacen que uno admire no solo al piloto, sino a la persona. Antonelli no solo compite contra los mejores del mundo; también cumple con su mamá y saca buenas notas. 😄 Una nueva estrella ha nacido, y lo está haciendo con humildad, clase y valores.
¿Qué opinas de la hazaña de Kimi Antonelli dentro y fuera de la pista?
📚 ¿Te imaginabas a un piloto de F1 regresando a casa a estudiar tras su primer podio?
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